Ventajas de implantar una válvula pulmonar sin cirugía abierta

Ventajas de implantar una válvula pulmonar sin cirugía abierta

La estructura del corazón es tal que tiene cuatro válvulas diferentes. Estos son la válvula pulmonar, la válvula aórtica, la válvula mitral y la válvula tricúspide

Descubre cuáles son las ventajas de implantar una válvula sin cirugía

La función de estas es proporcionar un flujo de sangre constante pero haciéndolo en un único sentido. Claro que la dirección en la que las válvulas enviarán la sangre deberá ser la correcta. Estos para lograrlo, se abren dejando así que la sangre fluya a través de ellas. 

Una vez que la sangre ha salido, la válvula se cierra para evitar que la sangre se devuelva una vez comienza su recorrido.

Cuando una persona es diagnosticada con válvulas cardíacas, pasa que una o varias válvulas de las que ya mencionamos no están funcionando de la manera correcta

De esta manera, el flujo de sangre que debería ocurrir no está teniendo lugar y se está generando un problema de circulación.

Es decir, que en lugar de abrirse y cerrarse las válvulas, no lo hace como deberían hacerlo. Esto es con base al testimonio que ofreció el Dr. Xavier Ruyra quien es el jefe del Servicio de Cirugía Cardiaca del Instituto del Corazón Quirónsalud Teknon.

La postura del especialista Xavier Ruyra

  • Este doctor considera que los problemas valvulares en una persona pueden tener origen justo cuando alguien nace o bien ser causado por diferentes factores a lo largo de la persona, como lo pueden ser las infecciones, infartos e incluso alguna lesión en el corazón o por alguna enfermedad cardiaca.
  • Es más, el Dr. Ruyra destaca que la causa más probable y la más frecuente es por motivos congénitos. Por lo que en la etapa adulta, es muy difícil diagnosticar a una persona con este problema.

El diagnóstico y tratamiento

  • La realidad es que para las personas que padecen de valvulopatía pulmonar es muy difícil diagnosticarlas por el simple hecho que es muy complejo detectar los síntomas
  • De hecho, el diagnóstico comienza a dar frutos una vez que se logra detectar un soplo sistólico característico.
  • Por eso, el método más viable de momento para diagnosticar este problema es con un ecocardiograma. Claro está que es preferible consultar con un especialista antes de proceder con este examen y/o análisis.
  • Al día de hoy se cuenta con dos alternativas diferentes a modo de tratamiento. 
  • La primera de ellas se conoce como sustitución de la válvula por medio de una operación o cirugía que posteriormente se deberá usar la circulación extracorpórea.
  • La otra es mediante un implante que se realiza conocida como la técnica trascatéter. Está en especial no requiere de ningún tipo de cirugía y por suerte, el Dr. Ruyra es un experto.
  • Asimismo, el propio doctor comenta que aquellos pacientes diagnosticados con cardiopatías congénitas, suelen ser los que mayormente necesitan de varias operaciones correctoras a lo largo de su vida.
  • Lo que muchos no saben es que con cada intervención quirúrgica que se realiza, la persona tiene mayores probabilidades de tener un riesgo y la tasa de complicaciones crecer significativamente.
  • Por suerte se tiene una alternativa que es menos invasiva y reduce en gran medida, la probabilidad de tener complicaciones postoperatorias
  • De hecho, el pasado 29 de julio un equipo perteneciente al instituto donde el Dr. Ruyra es especialista, logró implantar con total éxito una válvula pulmonar en uno de sus pacientes.
  • De no haber utilizado esta alternativa, su probabilidad de sufrir complicaciones durante o después de la operación habría sido alta, ya que era la tercera operación que se le hacía a la persona
  • Es más, se corría el riesgo de una complicación puesto que el paciente presentaba estrechez severa causado por la última intervención que se le hizo.
  • La buena noticia es que la recuperación después de la operación fue un completo éxito y si se compara el tiempo de recuperación, este nuevo método o alternativa reduce bastante el tiempo de recuperación.
  • Las personas que suelen optar por esta alternativa, a lo mucho tienden a regresar a sus vidas al cabo de dos semanas, lo cual es un logro tanto para la medicina como la propia persona que ha pasado por la operación.

¿Y la otra alternativa, qué pasa con ella?

Suponiendo el caso que no se pueda realizar la alternativa más viable por uno o cualquier motivo, los expertos que trabajan en la Fundación Española del Corazón, consideran que para hacer esta operación, lo más viable es tener que hacer una reconstrucción de las válvulas.

Esto con el objetivo de poder conseguir un buen funcionamiento y que además sirva como base para la implantación y/o sustitución de las válvulas por una prótesis. 

De hecho, este tipo de cirugía está más recomendada para personas cuyos sistemas ya son notables o en aquellas cuya vida se ve afectada en gran medida. Si es posible, es mejor optar por la segunda opción, ya que no se necesita abrir el corazón o la aorta. 

La idea es minimizar los posibles peligros y consecuencias que puede sufrir la persona y la alternativa más común no es la más viable, salvo que sea la única opción que le queda.